Apatía, cansancio, dejadez, desorden, tristeza, monotonía. Eso y más.
No centrado, ni concentrado. Ni reparado, ni preparado.
Somnoliento y desdibujado por la propia existencia. Engullido por la
vorágine en el momento preciso de máxima arrogancia.
Enfermo, abatido, frustrado y cabizbajo. Cojeando y sin muletas.
La viva imagen de la derrota.

Alegría, satisfacción, gozo, regocijo, entusiasmo, vitalidad, ganas.
Amistad, esperanza y compromiso, orden y control.
Acertar en todo y con el viento a favor. Hacer que todo fluya, que todo discurra por el río salvaje de la vida con la fortaleza del acero.
Ponerse el mundo por montera y comérselo sin dejar nada en el tintero.
Si, si y mil veces si.
¿TU CON CUAL TE QUEDAS?
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