lunes, 22 de febrero de 2010

MARIQUITAS Y CAMPOS DE AMAPOLAS


De forma natural e irremediable está llegando la primavera. Con ella los amaneceres deslumbrantes, la efervescencia de los sentidos, el resurgir de las mariquitas flotando en los campos de amapolas y del iluminar de las luciérnagas en las noches claras.

Vuelve y es el momento de guardar en los baúles los ropajes de un frío y crudo invierno. Es el momento de abrir las puertas y ventanas para que entre el nuevo sol de la mañana, para que nuestros corazones se ventilen con el frescor renovador del rocío del alba, de usar el arte de decir que si a los colores brillantes, de afrontar con optimismo lo que esta por venir.

Hoy es imposible separar mis sueños y tus amaneceres.

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