Te acercas despacio, como maniqui de pasarela, me rozas con tu mano y todo se trasforma. Se estremece por completo la existencia peregrina de un alma inquieta, se transforman los sentidos, se tambalean los cimientos más profundos.

Y tras un rato a las puertas del edén añorado, regreso a casa, solo y en silencio. Confundido por no haberme atrevido a dar el paso, por no haberme abalanzado sobre sus labios y besarte.
Escribiré poemas de amor pensando en tu mirada, escucharé tu voz allá donde yo esté vagando y por mi almohada, desearé que vengas a visitarme en sueños.
Has venido a revolver mi alma, y yo me dejo llevar. Ha brotado en mí un torrente inmenso de ganas de sentir.
No sabía que escribieras tan bien, me encanta es genial
ResponderEliminar